El dúo perfecto de los complementos alimenticios

El organismo siempre ha sido muy caprichoso, tanto que debe ser cultivado con vitaminas, minerales y los nutrientes necesarios cada día. Sin embargo, no siempre es posible llevar una dieta variada y completa que permita mantener satisfechos los niveles de estos nutrientes tan esenciales.
Más allá de una vida activa y una buena alimentación, también surge la opción de recurrir a los complementos alimenticios, que se prestan para completar (nunca mejor dicho) la ingesta de nutrientes en una dieta. Estos complementos potencian la energía, el rendimiento y tienen como función apoyar y completar esa alimentación variada que tanto se nos dificulta cumplir. Sin embargo, no son tratamiento ni solución absoluta para ninguna dolencia o enfermedad, ya que están lejos de ser medicamentos.
Pese a que existen un gran número de suplementos alimenticios seguidos de una larga lista de beneficiosos para la salud, en esta ocasión las protagonistas son dos raíces: la cúrcuma y el jengibre.
En el caso de la cúrcuma, se le atribuyen propiedades antioxidantes y antinflamatorias, así como el alivio de molestias gastrointestinales y la mejora del sistema inmune y el sistema circulatorio. Por su parte, el jengibre, facilita la digestión, mejora el riego sanguíneo, ayuda en el alivio de la gripe o con la aparición de mareos y vértigo. Y, a su vez, tal y como su compañera la cúrcuma, actúa como antioxidante y antinflamatorio.
Aunque estos complementos alimenticios poseen diversas ventajas, es recomendable seguir las indicaciones comentadas por la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición). Y es que, antes de tomar algún complemento alimenticio debe valorar si realmente lo necesita, consultar a profesionales y seguir siempre las instrucciones de consumo.
