Guisos, ollas y pucheros hechos con orgullo

La comida alpujarreña
De Lanjarón podemos destacar el puchero de hinojos y la sopa de ajo con jamón; de Busquístar, el estofado de conejo; el potaje de castañas de Capileira y la olla gitana de patatas o el guisote con calabaza, de Trevélez. En San Marcos, destaca la conocida olla de San Marcos y en el verano, el rico gazpacho y el ajo blanco. Y es que, se ha hecho muy popular el plato alpujarreño, tanto, que se suele comer incluso fuera de la comarca.

Surtido especial de longaniza, chorrizo y salchichón


Los productos cárnicos derivados del cerdo son los más clásicos y extendidos de la Alpujarra. Se pueden degustar buenos chorizos, morcillas, longanizas y múltiples chacinas hechas de forma tradicional. Sin duda, el jamón es el emblema de toda la Alpujara, con denominación específica de calidad «Jamón de Trevélez».
En los dulces y postres es donde más se deja notar el legado árabe de los pueblos. Te recomendamos que disfrutes de los Soplillos, el Pan de higo, los buñuelos y las tortas de Ala-Jú, entre otros. Además de la miel miel, hecha con el néctar de miles de flores de los castaños, olmos, romero, tomillo, azahar y lavanda.

La Alpujarra tiene una larga tradición en producción de vinos . Sus viñedos son los más altos de Europa, algunos de ellos se encuentran a más de 1.300m. de altitud. La riqueza del suelo y la ausencia de lluvias hace que las viñas profundicen mucho.
Gracias a la calidad de sus vinos, la Alpujarra ha recibido varias menciones de calidad, entre ellas la de «Vino de la Tierra de la Contraviesa-Alpujarra», que incluye el «Vino de la Tierra Cumbres del Guadalfeo». En pocos años estos vinos recibirán la Denominación de Origen Vinos de Granada. La Alpujarra cuenta con todo lo necesario para disfrutar de una ruta gastronómica sin igual.