El personal trainer, una figura clave

Conseguir los objetivos estéticos que uno desea no resulta igual de sencillo para todos, en ocasiones es necesario un pequeño “empujoncito”. Porque hacer ejercicio, comer sano y, por lo general, llevar una vida saludable es la idea. Pero no siempre la ejecución de esa idea es la correcta cuando lo hacemos por nuestra cuenta.  Aquí es donde entra en juego la figura del “personal trainer”, que, para muchos, es el salvavidas que necesitan para alcanzar esas metas que un día se propusieron.

Malas técnicas, planificaciones pésimas y ejercicios de dudosa utilidad… Los entrenadores personales se alzan para luchar contra todos estos males que afectan y retrasan el duro proceso. Y es que, el coaching deportivo es la clave para optimizar nuestra forma física de la manera más efectiva posible.

Pero primero debemos encontrar un buen entrenador. Empático a la vez que exigente, comprometido, organizado y que escuche cuales son nuestras pretensiones. Y que, a su vez, sea realista con los tiempos y resultados, además de un punto de apoyo y motivación.  Todas estas son las cualidades de un excelente coach que nos ayudará a llegar a consolidar hábitos de vida saludables y perdurables en el tiempo.

Desde hace años, la figura del personal trainer dejó de ser un concepto lejano, desconocido o exótico, ya que, en la actualidad, ya no se les relaciona solo con la actividad o preparación de deportistas de élite o futbolistas. Este profesional, especializado en el ámbito deportivo, está a disposición de cualquier persona sin importar la edad, el nivel físico u objetivos que desee conseguir.

A lo largo de sus sesiones de asesoramiento y entrenamiento, estos expertos en actividad física contribuyen a la mejora nuestras prácticas y ayudan a progresar de manera adecuada. Entre sus tareas: realizar evaluaciones físicas, diseñar planes deportivos, supervisar los ejercicios e incluso crear menús personalizados. Todo lo necesario para que podamos reconectar con nuestro bienestar físico y mental.